Se acabó la espera. Este miércoles, Universidad de Chile debuta en la Copa Libertadores 2025 recibiendo a Botafogo en el Estadio Nacional, en duelo correspondiente al Grupo A del mencionado certamen y que arrancará a contar de las 21:30 horas.
Sin embargo, hay algo que el partido propiamente tal que preocupa no solo a Gustavo Álvarez y a su plantel, si no que al club en general y tiene que ver con algo que arrastran desde hace algunos años.
Para eso, hay que remontarse al año 2020, cuando los azules disputaron la fase previa ante Inter de Porto Alegre en pleno estallido social, donde quedó en la memoria algunos disturbios entre hinchas y la policía como también, un kiosco quemado en pleno codo sur poniente.
Eso, quedó consignado en Conmebol y los azules fueron sancionados a disputar dos partidos sin público, donde ya cumplió en uno ante San Lorenzo en 2021 (plena pandemia) y le restaba otro. Pero, tras una gestión realizada por el club, finalmente aquel castigo se levantó, “fue una gestión bien meticulosa, silenciosa, que hicimos durante varios meses”, señaló el gerente general de la U, José Ignacio Asenjo a Hablemos del Bulla.

El plan de la U para torneos internacionales
Desde luego, la Confederación Sudamericana de Fútbol mirará con atención lo que ocurra esta noche en el Estadio Nacional y fue el propio dirigente, quien reconoció que el ente rector del balompié subcontinental estará observando todo lo que ocurra en Ñuñoa esta noche.
“Logramos destrabar el castigo que teníamos, pero estamos con una supervisión muy grande desde la Conmebol respecto a los partidos”, sentenció el dirigente y es por eso, la campaña que lideró Marcelo Díaz hace unas jornadas donde se hace el llamado a evitar el uso de bengalas y fuegos de artificio para así, no exponer la localía en la copa.
“Hacemos un llamado para que la gente se comporte y disfrute para así mantener nuestros partidos con aforo completo”, concluyó Asenjo, esperando que las palabras del club tengan eco en su fiel fanaticada.