El defensor de la Universidad de Chile, Ignacio Tapia, se refirió a lo que fue su año en el Romántico Viajero que tuvo más de agrás que de dulce.
Y es que el jugador azul no tuvo un gran año, siendo relegado en las nóminas en gran parte del segundo semestre, tras un bochornoso episodio en el clásico universitario, donde se lesionó en el calentamiento previo.
A pesar de esto, Nacho espera tener una nueva oportunidad en la Universidad de Chile y convencer al director técnico del Bulla.
“Son cosas que influyen porque pasan afuera de la cancha, pero creo que seguí con la mentalidad de estar para el grupo”, expresó.
De igual manera, aclaró que “el profe tampoco me cortó ni nada, son cosas que pasan, que influyen en si uno juega o no“.